dilluns, 11 de febrer del 2013

La campaña de descrédito que Rosell mantiene contra los empleados públicos
responde a intereses económicos y politicos, no a la realidad.
La Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT ha señalado, a raíz de las opiniones recogidas en medios de comunicación por el presidente de la Patronal, Juan Rosell, que la campaña de desprestigio que éste ha emprendido contra los empleados públicos sólo responde a intereses económico y políticos y no a la realidad que se vive dentro de las Administraciones de nuestro país.
El sindicato considera que una parte del sector empresarial, que el señor Rosell representa, mira con codicia al sector público, donde ven una excelente oportunidad de negocio, incapaces como son de mantener y abrir nuevos mercados en el sector privado en la actual crisis económica.
Estas afirmaciones vejatorias no son un hecho aislado. En los últimos dos años el Rosell no ha dudado en cuestionar el trabajo de los trabajadores públicos basándose en cifras imprecisas, parciales o directamente sin ningún tipo de datos.
El desprecio generalizado al colectivo de empleados públicos, blandiendo tópicos decimonónicos, resulta tan falso e injusto como tachar a todos los empresarios de "delincuentes" atendiendo a ejemplos como el del anterior jefe de la patronal Díaz Ferrán.
Esta campaña no se da sólo en nuestro país. La estrategia de espolear a los ciudadanos contra el sector público con difamaciones, se ha producido en países como Grecia o Portugal. Las élites empresariales y de políticos neoliberales primero arremeten contra el sector público, acusándolo de ineficaz para más tarde justificar recortes, subcontratas y concesiones a empresas privadas de servicios públicos esenciales.